A mediados de la década del 70 Uruguay se transformó en inexpugnable, logrando un tetracampeonato juvenil.
Desde 1975 a 1981, los celestes dieron cuatro vueltas olímpicas de forma consecutiva. Lima, Caracas, Montevideo y Quito fueron las ciudades testigos, los jóvenes celestes eran imbatibles.
Para el año 1975 ya se venían disputados seis campeonatos sudamericanos juveniles. Perú recibiría a los jóvenes del continente, hasta aquel entonces era bajo la categoría de Sub 19.
En 1954, en Venezuela, se habían comenzado a jugar dichos certámenes, donde Uruguay fue el campeón, al igual que los siguientes dos torneos (1958, Chile y 1964 en Colombia).
Luego, se jugaron tres certámenes más: 1967 (campeón Argentina), 1971 (campeón Paraguay) y en 1974 (campeón Brasil).
Uruguay hacía ya 10 años y 3 torneos que no llegaba a dar la vuelta olímpica, pero a partir de la mitad de la década del ’70 todo cambiaría.
Aquel sudamericano de 1975 fue de carácter extraordinario, que se llevó a cabo entre el 9 y 26 de agosto.
Uruguay debutó con un empate a 1 ante Argentina (gol de Revetria). Luego le ganó a Perú por 3 a 0 (goles de Revetria, Muniz y Ortíz), continuó con triunfo ante Bolivia 2 a 1 (los dos goles de Revetria). El partido siguiente fue ante Chile e igualaron a 0, finalizando esta ronda con triunfo ante Brasil por 2 a a 0 (goles de Carrasco y Revetria).
Al igualar en la primera posición con Chile, fue así como se disputó una final para dirimir quién sería el campeón: también igualaron, ahora a 1 (gol de Umpierrez), llevando la definición a la tanda de penales, donde los “celestes” fueron más efectivos, ganándole a su par trasandino por 3 a 1.
Uruguay volvía por sus fueros, y daba el punta pie inicial, del tetracampeonato consecutivo.
Dos años más tarde, en 1977, Venezuela nuevamente era el organizador del Sudamericano, entre el 16 de abril y 6 de mayo, y como 23 años atrás, Uruguay volvía a gritar “Dale Campeón”.
Los “celestes” disputaron el Grupo B, donde comenzaron igualando a 1 ante Argentina (gol de Bica), luego goleada ante los locales, Venezuela, por 3 a 0 (goles: Nadal, Diogo y Krasouski), posterior empate a 0 ante Paraguay, cerrando con victoria por 2 a 1 ante Perú (goles: Nadal y Rivero), clasificando como segundo a la ronda final.
La definición por el título fue con un empate a 0 ante Brasil. Luego superó a Paraguay 1 a 0 (gol de Nadal), culminando con goleada por 4 a 0 ante Chile (goles: dos de Ramos, Nadal y Krasouski). Esta abultada victoria fue decisiva ya que, al igualar con Brasil en puntos, el título quedó en manos uruguayas por diferencia de goles.
Los “celestes” conquistaban así el bicampeonato consecutivo.
Dos años pasaron para que Uruguay organizara el campeonato de la categoría: entre el 12 y el 31 de enero de 1979, como se cumplían 25 años del primer certamen, fue así que se le denominó como el “Juvenil de Plata”.
Los “celestes” jugaron en el Grupo A, comenzando con una goleada ante Ecuador por 5 a 0 (goles: dos de Luzardo, Vargas, Viera y Roo). Luego nuevamente goleada, pero ante Perú por 3 a 0, cerrando esta primera etapa con victoria ante Argentina por 1 a 0 (gol de Luzardo). En la albiceleste jugaba un joven que deslumbraba en su país, un tal Diego Armando Maradona.
Uruguay clasificó primero a la ronda final, donde lo esperaba Brasil a quién superó por 1 a 0 (gol de Paz). Continuó con el enfrentamiento ante Argentina, ahora no se superaban, igualando a 0, finalizando con victoria ante Paraguay por 2 a 1 (goles de Roo y Viera). De esta manera Uruguay se quedaba con la primera posición de la Ronda final (un punto por encima de los conducidos por Menotti) y el título.
El país entero cantaba al ritmo de “Fuerza la celeste, fuerza aunque le cueste, celeste corazón”.
Los uruguayos lograban el tricampeonato de forma consecutiva.
En 1981, Ecuador era el país anfitrión, esperaba los juveniles entre el 15 de febrero y 8 de marzo.
Uruguay disputó el Grupo A, donde comenzó con empate a 1 ante Bolivia (gol de Berrueta). Continuó con una caída ante Paraguay por 2 a 1 (gol de Ancheta); lo esperaba el local, Ecuador, y lo superó por 2 a 1 (goles de Francescoli y Noble). Cerró la primera ronda con goleada ante Colombia por 4 a 1 (goles: dos de Francescoli, Noble y Batista).
El primer partido de la ronda final fue ante Brasil: con victoria celeste por 2 a 1 (goles de Da Silva y Francescoli). Prosiguió con triunfo ante Bolivia también por 2 a 1 (goles de Da Silva y Villazán), cerrando con una histórica goleada ante Argentina por 5 a 1 (goles: dos de Da Silva, Francescoli, Barán, y Villazán): victoria que le dio nuevamente a Uruguay el título como mejor de Sudamérica.
De esta manera Uruguay cerraba un círculo de cuatros títulos logrados de forma consecutiva.