El trofeo Jules Rimet, hecho de plata y lapislázuli, fue robado en 1966 del Westminster Central Hall, en Inglaterra. “Pickles”, un collie blanco y negro, tuvo un rol clave para encontrar la Copa del Mundo.
La Copa Mundial de Fútbol de 1966 se disputó en Europa, particularmente en Inglaterra, cuatro años antes se había llevado a cabo en Sudamérica (Chile) y ahora volvía al viejo continente.
Los inventores del fútbol recién habían aparecido en las contiendas mundiales en Brasil en 1950, donde fueron una verdadera decepción, cayendo ante Estados Unidos por 1 a 0, el equipo norteamericano no era ni por asomo una potencia futbolística, pero le alcanzó para que con un gol del haitiano Joe Gaetjens a los 38 minutos eliminaran a los ingleses y asombraran al mundo.
La Copa en disputa era la famosa Jules Rimet, llamada inicialmente «Diosa de la Victoria» que lógicamente se encontraba en el país sede, en la ciudad de Londres, pero cuatro meses antes, sucedió lo increíble, el 20 de marzo de 1966, la copa del mundo había sido robada del Westminster Central Hall ya que se encontraba en exposición en la capital inglesa, la prensa local e internacional titulaban el hecho con total asombro.
El cuerpo de policía del área metropolitana londinense conocido como el Scotland Yard desplegó una búsqueda sin precedentes, para evitar que los ladrones tuvieran tiempo de fundir el preciado trofeo.
Siete días más tarde, el 27 de marzo Dave Corbett, un ciudadano británico que paseaba a su perro «Pickles» como de costumbre, notó que su mascota se dirigía a un patio lindero a su casa y notó que el can no dejó de olfatear un paquete que estaba envuelto en papel de diario, cuando David se acercó al bulto, y lo desenvolvió, ante su asombro vio que se trataba de la Copa del Mundo que había desaparecido y que tenía en vilo a la ciudad entera y también el honor inglés.
Posteriormente Dave Corbett se dirigió a una seccional policial para denunciar lo que había ocurrido y entregar la copa, fue interrogado ya que la historia sonaba a increíble, pero se constató que era real.
El dueño de la famosa mascota fue condecorado con una medalla y 6.000 libras, también recibió comida gratis por un año para «Pickles» que donó una empresa británica.
Dave Corbett y Pickles fueron invitados a la celebración por el título que conquistó la selección local tras ganarle la final a Alemania por 4 a 2, donde salieron a un gran balcón para ser aclamados por sus hinchas y que el capitán Bobby Moore aprovechó la oportunidad y levantó a la mascota más famosa del país.
Pickles falleció al año siguiente, tras estrangularse con su propia correa persiguiendo un gato, el collar se encuentra en el Museo Nacional de Fútbol de Manchester