Hitler, Stalin y Mussolini fueron conocidos por otros aspectos de su vida, pero estos tres personajes, tenían su lado deportivo y más precisamente en el fútbol, aunque ninguno llegaba el fanatismo.
De acuerdo a diferentes fuentes, cada uno de ellos tenían un equipo por quién sentían devoción o simpatía.
Al alemán Adolf Hitler se lo asocia con el Schalke 04, al soviético Joseph Stalin del Dinamo de Moscú y al italiano Benito Mussolini con el Bolonia.
A pesar de ello, a ninguno se le reconoció como un seguidor fanático de los diferentes equipos, pero en el caso de Hitler como de Mussolini utilizaron al deporte para el manejo de su imagen.
Benito Mussolini hizo hasta lo imposible para conseguir levantar la copa del Mundo Jules Rimet en los años 1934 y 1938, Italia y Francia respectivamente. En el ámbito local, Il Duce no era seguidor de ninguno de los equipos grandes, Juventus, Milan, Inter, sino del Bolonia. Entre los años 1923 y 1943 el conjunto logró conseguir seis «Scudettos».
Por su parte el líder alemán Adolf Hitler, no muy adepto a los deportes, logró que se organizar y de gran manera los Juegos Olímpicos en Berlín en el año 1936, demostrando al mundo una gran espectacularidad en sus escenarios como también la participación de sus atletas, aunque se sintió humillado por el velocista estadounidense Jesse Owens que logró cuatro medallas de oro transformándose en el Héroe de los Juegos.
Relacionado al fútbol, se lo asocia con el Schalke 04, el conjunto de los «mineros» fue el más popular de Alemania haciéndose con seis títulos de liga.
En lo que respecta al soviético, Joseph Stalin, su asociación con el deporte fue casi nula, el régimen comunista se sentía apartado del fútbol, sumado a que la Unión Soviética recién participó en competencias internacionales en los Juegos Olímpicos del año 1952.
Pese a que no hay documentos que demuestren la pasión de Stalin por el fútbol, se lo relaciona con el equipo del Dínamo de Moscú.